Entrenamiento en Montera: La crónica
Hoy ha sido uno de esos días en los que uno reafirma su interés por la orientación. Cuando alguien me pregunta en que consiste, les suelo decir que es deporte, es aprendizaje, es naturaleza y es familia y este viernes hemos tenido mucho de cada.
El sol de la mañana ya traía buenos presagios y las primeras equipaciones lucían en las cafeterías de la zona antes de partir a balizar. Había que llegar temprano para colocarlas antes de la llegada del resto del equipo y coger alguna que otra mesa. Los demás, a preparar mochilas, tortillas y brújulas.
Saludados todos y tras la toma de las mesas, comienza una breve charla técnica ultrasecreta para los más jóvenes por parte del equipo de formadores. No hubo padre que se acercara.
Comienzan las salidas de forma escalonada: las categorías más jóvenes, divididos por parejas, realizan su recorrido sin ninguna dificultad a pesar de que los caminos y senderos no siempre estaban claros y que la orografía del terreno añadía un punto de dureza al entrenamiento. Destacar también que realizaron la prueba sin el acompañamiento al que están acostumbrados y se defendieron con soltura. No hubo que salir a buscar a ninguno de ellos como después paso en...... ;)
El resto de categorías intercalan sus salidas entre las de los peques. Las dos primeras balizas no tienen demasiada dificultad y parece que pronto estaremos de vuelta para tomar algo; sin embargo, eran balizas trampa para ir haciendo cuerpo y preparando lo que venía detrás. En cuanto nos separamos de la zona más transitada de la Montera del Torero, el terreno se vuelve menos amigo, mucho monte bajo que dificulta el talonar y senderos que se pierden con facilidad. La navegación con brújula y la lectura de las líneas de cota se hacen fundamentales. A pesar de todo, poco a poco van apareciendo las balizas y las llegadas a meta no se hacen esperar.
Los más experimentados se reparten la recogida de balizas y prebalizas para dejar el campo tal como lo encontramos y los peques hacen dos grupos. Los benjamines visitan la zona con Carmen y los más mayores realizan una visita cultural a la cueva de la Bailaora para ver las pinturas rupestres con nuestro presi, todo un lujo.
Con todo ya recogido, hay que reponer fuerzas y rehidratarse. Creo que hay buffets en hoteles de la costa que no ofrecen tanta variedad.
Pero el entrenamiento no termina con la llegada a meta. Tras el almuerzo, hay revisión de mapas. De nuevo dos grupos, los jóvenes con Juani, nuestra responsable de formación y Paco, nuestro director técnico y el resto con Angel. Las balizas que han tenido más dificultad para nuestros corredores parecen que son las mismas y unos vamos aprendiendo de los demás. Las últimos sesiones van dando sus frutos y se demuestra en la forma en la que cada uno ha ido afrontando cada baliza con muy buenas lecturas de mapa.
Toca recoger, pero no sin que antes nuestro presi tire el guante para los próximos compromisos: Marcos se encargará del próximo entrenamiento de mapas y Paco la gran tarea de preparar la prueba que nuestro club desarrollará el próximo año como parte del calendario provincial.
Un día muy completo que ha ido mucho más allá de lo que cabía esperar de un entrenamiento por lo que nos gustaría felicitar a todos los encargados de la preparación de este para el que han trabajado duramente no dejando ningún detalle al azar.
Finalmente, nos gustaría dar la bienvenida a Raúl, María Eugenia y a su familia a este entrenamiento y esperamos que se animen para unirse al club. Espero que hayan disfrutado del día.
En breve publicaremos el calendario con las nuevas citas.
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Genial el comentario del dia de entrenamiento y fue un día estupendo. Con ganas del encuentro en el Picacho.
ResponderEliminarLujazo de Responsable de Redes Sociales redactando crónicas.
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